martes, 6 de diciembre de 2011

Capitulo Önce

-Póngame un café con leche por favor-le pedí al camarero.
Ah, se me olvido contároslo. Mi venganza con Carlos era darle celos. Sé que mi lema es vive y deja vivir pero si Elena no me deja vivir a mi ¿Por qué tengo que dejarla yo a ella? Sé que suena como si fuese una cría, pero en el fondo tengo 16 años, que se arrepienta la futura Natalia. También se que la venganza no es lo más ético porque bla bla bla y ble ble ble, pero es lo más humano sin duda, y en realidad ¿Quién no se ha vengado nunca? Si hay alguien, puede criticarme todo lo que le dé la gana, pero si no, que se calle, que calladita la gente esta más guapa (;
Como os iba diciendo, acababa de pedir un café, me le sirvieron y nada más sentarme entró Mario
-Un café solo, en vaso, y con mucho hielos- Pidió al camarero
-Hola-me dijo- Bueno ¿Qué me tenias que contar?
-Muchas cosas...-Le dijé yo. Le conté todo, lo del baile, lo del centro comercial…Cuándo terminé dijo:
-Joder solo os falta pegaros-Bromeó el
-Y somos capaces- Dije yo más seriamente
-Ey, ey, tu no vas a pegar a nadie
Por eso, Mario era como mi hermano mayor, porque aunque podía confiar en él, pero me prohibía muchas cosas. Mis amigas tenían envidia de que fuese tan amiga suya, por estaba…puf… ¿Cómo describirlo? Diecisiete años, pelo rubio tirando a castaño clarito, alto, fuerte, ojos color miel… ¿Me parecía que estaba bueno? Por supuesto que sí. ¿Me gustaba? Alguna vez te gustarías de tu hermano mayor, en mi opinión NO
Me despedí de Mario y fui a mi casa. Eran cerca de las 8 y media. Abrí la puerta de mi casa y mi madre me llamo
-Natalia, sube arriba, ha venido una amiga a verte-Dijo ella
Seguro que eran Mónica o Marina. Subí a mi habitación y abrí la puerta. No eran ninguna de ellas. Era Elena

domingo, 4 de diciembre de 2011

Capitulo Diez


-Mira me está mirando-Susurró Marina
-Vamos Marina, hemos venido a estudiar-Dije mientras me sentaba en la mesa de la biblioteca y sacaba los libros
-Joder Natí no seas aguafiestas, disfruta tu soltería-Dijo Marina-Samu es un gilipollas y ya está
Marina era una de esas chicas alocadas, que las da igual lo que el mundo piense de ellas, un tanto putilla, eso hay que reconocerlo, pero muy buena amiga y optimista
-Voy un momento al baño, haber si me sigue-Dijo entre risillas
-Vale… Salió al baño, y sorprendentemente, el chico salió también. Abrí mi libro de matemáticas y de repente alguien me tapó los ojos por detrás, y me llevó a fuera
-¿Quién eres?-Dije mientras me giraba
-¿Quién voy a ser?- Me giré era Carlos- Ha venido una personita a verte
Enana- Dijo alguien detrás de mí
Me volví a girar hacia el otro lado- ¡MARIOOO!-Corrí a abrazarle
Mario era más que un amigo mío, era como mi hermano mayor, pero se fue a Galicia a estudiar. ¿Qué haces aquí?- Le pregunté- La próxima vez que estés tanto tiempo sin venir, date por muerto
He estado ocupado. Bueno ¿Qué se cuenta la mocosa número uno de este pueblo?
-Muchas cosas- ¿Y el retrasado del pueblo?- Bromeé yo
-Nada especial. Bueno pues cuéntame-Dijo el
-Ahora no puedo, tengo que estudiar
- ¿Quedamos mañana a las 6 en el bar de la estación?
-Vale, allí estaré-Le di dos besos y volví dentro de la biblioteca
Empecé a estudiar y al cabo de diez minutos Marina volvió de baño
-Tía, tía- Dijo Marina muy ilusionada- Es el chico perfecto, se llama Juan, y va al instituto de San Pedro, creo que me he enamorado.
-¿Tu? ¿Enamorada? Jajajajajajajajajajaja, por favor marina, no me hagas reír. Tú nunca has estado enamorada, todos los chicos con los que has estado eran como simples juguetes para ti.
-Pero, esta vez es diferente, este chico es más dulce y simpático. Mañana he quedado con el otra vez, y a lo mejor os le presentó.
-¿Cómo que a lo mejor? Me le vas a presentar si no quieres morir ahorcada en la canasta del patio-Dije mientras le tiraba una bola de papel
-Vale, pero no le contéis que he estado con muchos chicos…
-Vamos, que no le digamos que eres una putilla-Bromeé yo
-Eh! No me insultes que al final te ahorco yo-dijo mientras nos reíamos las dos
Shhh, callaros-Nos dijo la bibliotecaria
Nos callamos y empezamos a estudiar

Capitulo Nüeve


-Recordad que dentro de una semana empiezan los exámenes. Sonó el timbre. Salí de clase con Marina. Era lunes, y habían pasado 2 días desde lo de Elena y Samu y todavía habían tenido narices a hablarme.
-Joder, me van a quedar casi todas - dijo Marina.
-Puf…yo tengo que ponerme a estudiar esta tarde ¿Quedamos y vamos a la biblioteca?-Propuse yo
-Vale luego te llamo
Me despedí de ella y me fui a casa. De repente alguien me llamo. Era Samuel.
-Natalia ¿Vas para casa?
-Si –Le respondí yo bordemente
-¿Qué tal estas?- Dijo Samu
-¿Yo? Genial, mejor que nunca
-Te quería pedir perdón…por lo del otro día-Dijo cortándose un poco
-¿Perdón? ¿Por qué? Tú no tienes que pedirme perdón por nada, en todo caso tendría que hacerlo la guarra de tu novia
-¡Eh! No hables así de ella, sois amigas
- ¿Elena? ¿Mi amiga? Si ser amiga de alguien supone ir robándola novios, es mi mejor amiga sin dudarlo. Pero bueno si quieres salir con ella sal, pero ten cuidado, va quitando novios a la gente. Me fui sin despedirme, se que había pensado en ir de buenas, pero pasaba, me había quedado muy a gusto, se sintieran culpables o no, yo iba hacer que lo dejasen, fuese como fuese. Me llamareis celosa, y si lo soy, pero no es culpa mía, es culpa de todas las guarras que hay sueltas por ahí. De repente se me ocurrió una idea, Carlos. Carlos dejó a Elena a los dos meses de que empezase a salir yo con Samu. Era uno de mis mejores amigos pero desde que dejó a Elena no le volví a hablar. Llegue a mi casa y encendí mi ordenador. Estaba conectado y empecé a hablar con él. Me preguntó que porque no me hablaba con Elena, le conté toda la historia y estuvo un rato sin contestar y a los cinco minutos me dijo: Por eso le deje, es una puta. De repente entró Clara en la habitación.
-Vete de aquí mocosa-la grité
-No soy ninguna mocosa, ya tengo doce años
-Pues eso, una mocosa
-Mamaaaaaaa, Natalia me está insultando-gritó ella
-Natalia deja a tu hermana y vete a por el pan- Dijo mi madre.
-Que vaya ella que “ya tiene doce años”-Dije con tono irónico
-Mamaa, se sigue rien…
-Valee ya voy, y luego dices que eres mayor-La interrumpí. Cogí mis zapatos y me fui.